Conoce a tú niño interior y cómo ayudarle a sanar para ser adultos íntegros y felices.
¿Estás dispuesto a reconciliarse con el pasado y sanar para dejar ir?
Si tu respuesta fue sí, felicidades acabas de dar un paso muy grande.
Después de esta lectura surgirán más preguntas, deja que fluyan, buen viaje.
Ama y Repara tu niño interior
En ocasiones, este viaje al pasado puede ser doloroso, ya que profundiza en heridas que no sanan del todo cuando éramos pequeños.
Por eso, para emprender el viaje de forma segura, lo mejor es hacerlo de la mano de un profesional que sea capaz de guiarte por los rincones de tu mente y acompañarte en el proceso. Conocerte es difícil pero maravilloso.
¿Quién es mi niño interno?
El niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”. Se forma fundamentalmente a partir de las experiencias, tanto positivas como negativas, que tenemos durante los primeros años de la infancia. Y como resultado, a través de los años creamos comportamientos y creencias basadas en los recuerdos arraigados de ese tiempo.
¿Cómo saber si tu niño interior está dañado?
Reconoce tus virtudes y defectos, genera una lista sobre ti y las personas que estuvieron mientras crecías.
Si tienes miedos irracionales, sientes rencor, odio o tristeza a menudo, respondes de manera desproporcionada ante situaciones que no son realmente tan importantes o saboteas tus metas constantemente, es probable que tu niño interior esté dañado.
Lo cual es perfectamente comprensible, ya que le estás obligando a llevar el peso de heridas profundas que no acaban de sanar.
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Importancia de Sanar a tú yo de la infancia
La función principal de que tu niño interior permanezca es para despertar la ilusión, creatividad, espontaneidad y la alegría durante toda tu vida.
- Cuando nos hace revivir antiguos miedos y nos incita a comportarnos de manera egoísta con nosotros y los demás, se convierte en un problema que debemos solucionar.
- Sanar a tu niño interior es un camino de autodescubrimiento porque deberás regresar en el tiempo para descubrir cuáles han sido esos eventos negativos que aún no has podido superar desde el punto de vista emocional y que te mantienen atado/a al pasado.
- Cuando liberamos el dolor, nos estamos ayudando a sanar y podemos mirar al futuro.
Ejercicios para sanar a tu niño interno
- Tomate un momento para estar contigo a solas; puedes salir a pasear, a comer algo, busca un momento especial para reconectar
- Realiza un conteo imaginario desde lo más pequeño que te recuerdes, ¿qué recuerdas? ¿Quiénes ves a tu alrededor? ¿Qué emoción te invade?
- Intenta visualizar a tú yo pequeño y pregúntate cómo te sientes, ahora hay un adulto para escucharlo (tú)
- Pide disculpas y perdona si lo crees necesario. Si las disculpas involucran a alguien que no eres tú, puedes expresarte en papel, no necesariamente los demás se tienen que saber que los perdonas y más si te causaron un mal, pero en ti sí tiene que existir el perdón.
- Recuérdale a tú yo de la infancia, que ahora estás trabajando para ser un adulto libre y feliz
- Ámate y acepta todas tus facetas, nada es casualidad
Repite esto cuántas veces sea necesario.
Ahora es momento de crear un hábito de amor propio, cada vez que te sientas perdido o abandonado puedes regresar a hacer este ejercicio mental.
Abrázate ahora que te tienes, trabajas en tu consciencia y en sanar tus heridas.
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¡Nos vemos de nuevo por allá! Bendiciones.
3 Comments
Ana Giraldo
Gracias por compartir tu conocimiento, es muy útil.
Tere Castro
Muy interesante
danweb
Gracias Tere, saludos.